
En un ataque importante que se cobró la vida de al menos nueve personas, incluida una niña de ocho años, e hirió a casi 3.000 personas, los buscapersonas explosivos detonaron simultáneamente en todo el Líbano el martes.
Las explosiones coordinadas fueron el resultado de una sofisticada operación de meses de duración por parte de Israel dirigida a miembros del grupo militante Hezbolá respaldado por Irán.
Según los oficiales de inteligencia citados por el New York Times, Israel había establecido una empresa fantasma en Hungría llamada B.A.C Consulting, que se hacía pasar por un productor internacional de buscapersonas. La compañía fabricó buscapersonas comunes para varios clientes, pero los dispositivos enviados al Líbano contenían baterías explosivas. Fuentes de seguridad libanesas dijeron a Reuters que la agencia de espionaje del Mossad de Israel había plantado explosivos en 5.000 buscapersonas importados por Hezbolá de Taiwán.
Los buscapersonas llevaban las etiquetas del Gold Apollo con sede en Taiwán, pero la compañía negó la fabricación de los artefactos explosivos. En cambio, Gold Apollo declaró que los buscapersonas fueron producidos por BAC Consulting KFT, una empresa europea con sede en Budapest, Hungría, a la que se le había concedido el derecho a utilizar la marca Gold Apollo.
Antes del ataque, Israel informó al Secretario de Defensa de los Estados Unidos, Lloyd Austin, que se llevaría a cabo una operación militar en el Líbano, sin proporcionar detalles específicos. El líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, había advertido previamente a los miembros que no llevaran teléfonos celulares, ya que Israel podría usarlos para rastrear los movimientos del grupo, lo que llevó al grupo militante a confiar en buscapersonas para comunicarse.
El informe del New York Times, citando a los oficiales de inteligencia, reveló que Israel había establecido al menos dos empresas de identidad adicionales para ocultar las identidades de los oficiales de inteligencia involucrados en la creación de los buscapersonas. Los dispositivos fueron enviados al Líbano en pequeñas cantidades a lo largo de 2022, con pedidos que aumentaron más adelante.
El martes, los israelíes desencadenaron las explosiones haciendo sonar los buscapersonas y enviando un mensaje en árabe que parecía haberse originado en la alta dirección de Hezbolá.